Ya llegará..?

♫ Somewhere over the rainbow by Glee ♪

“Algún día llegará esa persona especial…
Pronto conocerás a alguien”

¿Cuántas veces han escuchado eso?
Muchas y esa persona sigue sin llegar.

Mientras hablaba con una amiga (o más bien, mientras ella me terapeaba), salió a la luz esta conocida frase que a todas nos han dicho en algún momento de nuestra vida, sobre todo cuando la depresión hace presa de nosotros; pero, ¿qué tan cierta es? Porque no se ustedes, pero yo llevo esperando esa persona más de diez años y no termina de llegar. A veces pienso que me quedaré soltera por nulo interés y no solo por decisión propia.

Bueno, tampoco es que esté desesperada por casarme, noooo. Aquí nadie ha hablado de esa palabrita de cuatro letras, no. Que eso quede claro como el agua sucia, ¿ok? Sino que me refiero a que de vez en cuando se necesita alguien con quien reír, que nos abrace cuando lloremos o que cuando estemos tristes, nos alegre con un mal chiste. Cosas así extraño de una relación…

Ok! Lo admito! También extraño el beso de buenos días, el de buenas noches y el de la tardecita, sobre todo si está lloviendo y la lluvia amenaza con convertirse en tormenta, porque en dado caso él no se puede ir así, tiene que quedarse hasta que amaine un poco el clima. Mientras, para pasar el rato, ven películas tomados de la mano y abrazados en el sillón de tu casa; tú recargada en el pecho de él y él jugando con la palma de tu mano o con tu cabello. ¿Qué película ven? A veces no importa, porque el simple hecho de sentirlo cerca es más importante que cualquier película ganadora del Oscar. En ocasiones si le ponen atención a los diálogos de la película e incluso ríen de algunos; pero en otros momentos, solo importa escuchar el latido de su corazón acompañado al tuyo, interrumpiendo el silencio solo la voz lejana de unos actores que representan una y otra vez su papel, ajenos a la realidad que se vive fuera de la pantalla… su realidad: Estar enamorados y en brazos del ser amado.

Eso extraño, un poco de intimidad y cariños entre dos personas. Una palabra de aliento cuando siento que el mundo se me viene encima. Un abrazo cuando surge algún problema que siento no tiene solución. Una sorpresa cuando mi día se está tornando monótono. Sentirme necesitada y querida por alguien, sentir que esa persona necesita de mi como yo de él, sentir que puedo apoyarle como él me apoya y poderle confortar cuando él se siente en una maraña de disyuntivas. Eso extraño: amar y que me amen, necesitar y ser necesitado.

Pero es tan difícil encontrar a una persona acorde a mí. No puedo imaginar ¿por qué alguien querría soportar mi mal humor, mis dramas y mi bipolaridad? ¿Por qué a alguien le gustarían mis películas antiguas o en otro idioma que muchas veces no tienen coherencia pero que a mi me encantan? ¿Por qué alguna persona querría que yo lo amara, consolara, cuidara e incluso protegiera hasta de él mismo? ¿Por qué?

Es entonces que me resigno a esta vida de soledad que he optado por vivir, porque es más fácil no amar para que no te lastimen, porque es más fácil no creer en nadie para que no te desilusionen, porque es más fácil no amar a que no te amen.

Y justo cuando estoy por darme por vencida, viene alguien a recordarme una cosa: que allá afuera, en algún lugar del universo, está mi persona especial y que algún día la conoceré.

Ante esto, no puedo menos que sonreír esperanzada y esperar.