Nuevamente...

Nuevamente me rompes el corazón.
Ese corazón que curé con esmero, esperando pacientemente que sanara.
Mi error fue creer que habías cambiado cuando pediste que te lo devolviera y tontamente eso hice.

Las lágrimas son de tristeza pero más que nada de coraje. Coraje contra mi misma por haber caído de nuevo, por creer en ti y en tu sonrisa, en esas palabras dulces que pronunciaste... otra vez te crei y nuevamente me fallaste.

¿Qué buscas en mi, si no es mi amor? Si nuevamente viste que sigo siendo la misma persona -infantil a tus ojos, madura ante los de otros-, ¿por qué volviste?

Es que ni siquiera ocupas estar físicamente junto a mi para apuñalarme y dejarme desangrar lentamente hasta que el último latido de mi corazón sea perceptible. Tienes ese don de joderme la vida sin necesidad de estar en ella.

Nuevamente estoy aquí, rota, apuñalada, sangrante, esperando sanar, esperando olvidarte y quizás borrarte de la faz de mi existencia.

Volví a amarte. Nuevamente te odio. Espero olvidarte y que está vez sea para siempre... pero se que volveré a caer, porque nuevamente me buscarás y todo volverá a comenzar.