No
No lo salves de la tristeza, soledad, no lo cures de la ternura que lo enferma.
Dale dolor, apriétalo en tus manos, muérdele el corazón hasta que aprenda.
No lo consueles, déjalo tirado sobre su lecho como haz de yerba.
No lo salves de la tristeza, soledad, no lo cures de la ternura que lo enferma.
Dale dolor, apriétalo en tus manos, muérdele el corazón hasta que aprenda.
No lo consueles, déjalo tirado sobre su lecho como haz de yerba.
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